Visitas:)

8 de mayo de 2012

Descanso.

Móvil en mano, cascos, sonando 'funambulista', tumbada en la cama, media luz cálida entrando por la ventana, sola en casa, con un poco de aire entrando por la cortina, pensando en él, sin preocupaciones y bebiendo un refresco, frío.  Eso sería mi situación perfecta ahora mismo. Si pudiera ser acurrucada junto a Pablo sería mejor aun, pero no pienso excederme pidiendo, así que con estar en mi cama abrazando el cojín que me regaló me basta de momento. Pero eso simplemente es lo que quiero, no lo que tengo. Porque , desgraciadamente, en un tiempo no podré tenerlo. Por qué, os preguntaréis. O tal vez no, pero yo lo pongo, ya que este sitio es mi santuario, y en mi santuario pongo todos los motivos de un malestar. Pues los motivos simplemente son que me siento agobiada. Presionada, por todos los lados. Siento que todos me piden más de lo que puedo dar, y cuando algo sale un poco peor de lo normal siempre tengo que oír: 'Está bien, pero viniendo de ti me esperaba más.' Ahora soy yo la que pregunta ¿Por qué? ¿Por qué esperan tanto de mi? Solo soy una niña, solo eso. No puedo mover montañas, y hay veces que quieren que las mueva. Yo sé perfectamente de lo que soy capaz. Y sí, admito que si me lo propongo puedo conseguir muchas cosas. Pero cuando no lo consigo, es por algo, y no me hace falta oír lo mucho que he fallado. Que soy humana, joder. Tengo debilidades, muchas. Y cuando se me presentan es normal que no acierte todo. No siempre se gana en esta vida, y aun que yo soy muy competitiva admito que más de una vez he perdido. Luego he hecho lo posible para ganarlo, pero no siempre me ha salido bien. 


Yo intento ser perfecta, pero nadie lo es, y por mucho que yo lo intente, tampoco lo seré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario