Visitas:)

12 de abril de 2012

Abuela.

Todos me dicen que nos parecemos. Y es que tienen razón. Tengo tu pelo, marrón claro y suave, como lo tenías tu a mi edad. Y largo, solo por ti. Tengo el color de tu piel, blanquecina. Tengo tu sonrisa, tengo exactamente los mismos hoyuelos en las mejillas que tu y también tengo tus caderas. Que aun que las tuyas estén muy deterioradas por la edad y el hecho de haber tenido dos hijos, uno de ellos mi papá, precioso que te ha salido. Pero siendo joven eras preciosa y cada vez que me arreglo para salir mi padre se molesta en decirme: 'Eres clavadita a la iaia de joven.' Así que espero que me hayas dado aun que sea un poco de tu belleza. Ahora eres una viejecita adorable, feliz, y cuando no lo estás disimulas para que yo no me preocupe. Pero sabes que sobra que se cuando te pasa algo. Desde que era una criatura acabada de llegar al mundo me has cuidado. Te levantabas por las noches cuando yo no podía dormir y me acunabas hasta que me dormía. Me comprabas todo lo que necesitaba y lo que no, siempre me has consentido todo. Cuando no tenía nada que hacer cocinábamos juntas, y eso que no me gusta nada cocinar. Pero contigo lo hacía a gusto. Tenías y aun tienes algo especial. Y aun que hayan problemas, como en todas las familias, y no tengamos tanta relación sigues siendo una de las personas más importantes de mi vida. Siempre que tengo que tomar una decisión importante pienso en ti. En lo que tú harías y se me hace todo más llevadero. Creo que todo lo que soy ahora mismo es gracias a ti, y otras personas que también han tenido que ver.  Me siento orgullosa de ser como soy, y de ser tu vivo reflejo. También puedo decir que hay cosas de ti que no me gustan, como de todos. Pero ahora no estoy para mirar tus defectos, de eso tenemos todos. Ahora me quiero centrar en tus virtudes, que no son pocas. Y afortunadamente me has dado un poco de ellas. Te lo agradezco. Y, espero con toda mi alma verte pronto. No se cuanto más aguantaré aquí sin ti. Sin llamarme tu muñequita y sin escuchar tu risa. Te echo muchísimo de menos. Y no sigo con esto, porque estoy a punto de llorar, y tu recuerdo tiene que ser algo alegre que me saque una sonrisa, no algo que me haga  llorar.
Te quiero abuela.



No hay comentarios:

Publicar un comentario