Visitas:)

30 de mayo de 2013

Ella lo siente.

Llegas, pensando que faltan 2 minutos para verlo. Te sientas. Y al sentarte, notas, por fin, un descanso en las piernas. Que en ese mismo instante comienzan a temblar. En tu estómago hay una sensación que es algo parecido a un gato arañándote por dentro, con ganas de salir, ya sea por la boca, como por el ombligo. Piensas ''cálmate, idiota''. Pero nada, no hay manera. Paras la canción que lleva unos cinco minutos sonando en tus auriculares y te guardas el móvil con los auriculares en un mismo bolsillo de ese vaquero corto que llevas. En realidad no era corto cuándo lo compraste. Pero te gusta tanto, que lo has querido llevar también en verano. Entonces, cuando acabas de evadirte un poco, lo ves aparecer por la esquina. Lleva unas pantalones cortos vaqueros, azul tirando a claro, y una camiseta negra con rayas blancas. Los zapatos no te acaban de convencer, pero si los lleva él, te gustan. Se acerca a ti y le dices un feliz y cariñoso, a la vez que simple ''Hola''. Os dais dos besos, aun que por dentro, te hubiera encantado darle un beso, y dejarlo sin aliento.
Ahora, 10 u 11 meses después de esa escena, estás aquí, delante de una pantalla, con música de fondo, escribiendo todo esto. Y te das cuenta de algo.
Estáis peleados, por un error, muy común en ti, que no paras de hacer cada dos por tres. Hoy lo has vuelto a hacer, y te sientes fatal, pero él no te perdonará tan fácilmente como las otras veces. A la vez tienes miedo de que cumpla lo que en su momento dijo. ''No te hablaré en dos semanas.'' Tú no quieres que pase eso, pero joder, no paras de meter la pata. Y encima, siempre en lo mismo. Y al hacerlo, parece que ya no lo quieras, y que no sea nada para ti. Lo que él no sabe es que lo amas más que a tu vida, que siempre que te arreglas, es para él. Que lo primero que piensas al levantarte y al acostarte, es: Tengo un novio precioso, que me ama y me cuida. Soy más que afortunada. Pero a la hora de la verdad, no demuestras nada. Podrías decirle más a menudo que lo amas y que quieres un futuro a su lado. Pero no lo haces, simplemente porque eres estúpida, por no llamarte otra palabra más fuerte, que se que te afecta mucho.
Hoy, cuando lo veas, lo vas a abrazar, y lo vas a mimar y a besar. Y si te perdona, genial. Y si no, sigues insistiendo y no te enfadas a la primera de cambio. Lo vas a hacer, y si no lo haces tú, lo haré yo. Que al fin y al cabo, somos la misma persona. Solo hay una diferencia: tú lo has tratado mal y yo pienso arreglar lo que tú has jodido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario