Visitas:)

2 de junio de 2012

A girl with new converse. (I)

Aquí estoy otra vez. Delante de la pantalla del ordenador de mi madre. Ya que el mio va muy lento. Pensando en qué escribir. Por que me apetece, pero  me cuesta decidirme. 
Pero creo que ya lo tengo. 
Voy a describirme. Bueno, a decir lo que no todos ven en mi. Lo que hay debajo de la piel. Y lo que pocos se molestan en conocer.
La verdad, es que soy una chica muy sensible. Como tantas otras. A veces me dicen que soy rara, otras que soy especial y otras que simplemente no tengo definición. Pero yo creo que todo es a causa de la adolescencia y porque mis padres siempre me han intentado criar siguiendo mi corazón, y no el de los demás. La verdad, es que escribiendo, ya sea a mano o a ordenador, puedo parecer una chica muy sensible, cariñosa y que siempre tiene algo que decir. Pero en persona es diferente. En persona muchas veces me vuelvo fría, porque simplemente me viene de familia. Desciendo de una mezcla de rumana y alemán. No se que esperan de mi. No son personas especialmente cariñosas. Por eso a veces, me da vergüenza soltar un te amo en medio de un beso, o un te quiero a una amiga, o a mis padres. Pensándolo bien, desde que tengo memoria, nunca les he dicho te quiero a mis padres. Pero ellos me conocen, y saben de sobra que los quiero como a mi vida. Aun que ellos no son quienes me preocupan. Quien me preocupa, es la persona que espera a lo mejor mucho más cariño de mi del que yo estoy acostumbrada a dar. Y quizás, cuando yo lo empiece a intentar dar, él ya no quiera esperar. Ese es un miedo con el que vivo constantemente. Muchas veces, me quedo sin palabras. Sin saber que decir a una persona que lo está pasando mal. Mil palabras vuelan en mi cabeza, convirtiéndose en frases, pero mi boca no se atreve a decirlas. A pesar de que a lo mejor ayudarían a quien lo pasa mal. Pero no puedo. A veces, simplemente, abrazo a quien lo necesite, le doy un beso, y digo que todo irá bien. Pero se que necesita algo más, necesita que alguien lo consuele, con palabras correctas. Las palabras que yo pienso y no digo. También ocurre que me cuesta ser cariñosa con alguien. Tiene que pasar mucho tiempo, para llegar a ser con esa persona tan cariñosa como debo. Eso sí, cuando quiero y tengo humor, soy una persona de lo más sociable. Y casi siempre tengo tema de conversación con todo el mundo. En cuento a mis amigos... Soy la mejor amiga que puedo ser. Intento animar a quien está mal, apoyarlos en sus decisiones y secar alguna lágrima que otra cuando no debe ser derramada. Pero está claro, que nunca lo consigo. Y desde que puedo recordar hasta ahora, he perdido muchos amigos. Más de los que me gustaría. Algunos de ellos, que no quería perder nunca. 
Y en cuanto al amor... ¿Qué decir? Que tengo más sentimientos ocultos que una tortuga. Que cuando quiero a alguien, es con todo mi corazón, y si me lo rompe, lo sigo queriendo con los pedacitos. Que lo doy todo y a veces no recibo nada a cambio. Pero otras veces sí, y a veces, me recompensa dar todo de mi. Que a veces, me apetece cogerlo y matarlo a besos. Cogerlo y hacer que viva en mi habitación, para siempre. Tener una relación de cuento de princesas. Con un fueron felices y comieron perdices. Y con muchos hijos correteando por casa y los padres riendo desde el sofá. A veces, me apetece pensar en mi boda. En entrar a la iglesia como una princesa, vestida de blanco. Con un vestido precioso. Que todos se pongan en mi, que a mis padres se le salten las lágrimas y que mi prometido, al llegar al altar, me diga un : '' me voy a casar con la mujer más preciosa del mundo''. Aun que no sea verdad, y lo se. Pero es lo que me gustaría que pasara. Los típicos sueños, que una tiene y nunca cuenta, a nadie. Por que sabe que pensarán que es una ilusa, y una tonta. 
(Con todo esto, me he dado cuenta de que contar cosas de mi, se hace muy largo, porque tengo muchísimas cosas que decir. Así que, una vez al mes, escribiré una entrada. Con este mismo título, pero con un (II) o (III) o (IV) al lado.)
Solo me queda decir por hoy, que me encantaría ir a mi habitación, tumbarme en la cama junto a Pablo. Abrazarnos. Ver CSI. Darnos un par de besos tontos. Taparnos la pequeña manta y dormir. Dormir tranquilos. Sin problemas, sin pesadillas, felices. Y así para siempre. O simplemente hasta mañana por la mañana.
En fin... Que los sueños, sueños son. Y no se cumplirán todos, lo se. Pero '' Mientras hayan esperanzas y recuerdos... Habrá poesía'' (Gustavo Adolfo Bécquer)

No hay comentarios:

Publicar un comentario