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20 de marzo de 2012

Llueve.

En días así me da por pensar. Bueno en realidad pienso a diario, en todo momento, no hay momento del día en el que no esté pensando. Pero en días tan horribles, lluviosos, con viento y apagados me siento más frágil todavía. Me siento frágil porque tengo la impresión de que un día con mal tiempo atmosférico puede tener también desencadenantes en el mal tiempo personal de mi persona. En días así estoy como que más preparada para recibir daño. En realidad nadie puede estar preparado para un golpe y aun que lo esté le dolerá igual, ¿para qué engañarnos? Tanto fuertes como débiles pueden pasarlo mal. Porque a menos que no seas persona y no tengas sentimientos algo habrá que te afecte. Yo, si me dijeran que me clasifique en algún tipo de persona, me pondría en la parte de ''cabezota que dice que está bien pero que por dentro es mucho más frágil de lo que muchos se creen''. A ver... Sé que es una categoría complicada y que muchos no serán capaces de entenderme nunca. No podrán averiguar como en 20 minutos paso de tener una burrera que se nota a kilómetros de distancia a tener una depresión de caballo. Tampoco entenderán que un día diga que lo amo a más no poder y al otro no quiero saber nada de él. Pero como eso veo que no lo entiende nadie, lo explicaré; si un día que lo amo, es que lo amo y no hay más y si al día siguiente no quiero saber nada de él es porque soy tan sumamente idiota que si supiera algo de él, lo mas mínimo, bueno o malo me pondría a llorar como una niña desconsolada a la que le quitan su peluche. Porque para mi, pocas cosas son mi peluche pero quien lo llega a ser sabe que me dejaré uñas y dientes en protegerlo y más aun en quererlo.
Hoy me paro a mirar a mi perra y pienso en que ojalá pudiera tener yo la vida que ella tiene. Dormir, comer, salir a pasear, comer y volver a dormir. Pura rutina. Eso lo pienso en días asquerosos como hoy. Mientras que en días soleados pienso que en mi vida cambiaría su vida por la mía. Que la mía no es la mejor de todas, lo sé, pero ella no podrá sentir lo que se siente al abrazar a alguien que sea mucho para tí, o no tendrá ese sentimiento que te estremece cuando lloras y alguien te seca la lágrima perdida en tu mejilla. En fin... Los días me vuelven bipolar, por decirlo de alguna manera. Quien se moleste en conocerme un poco sabrá que aun que lo parezca no es tan complicado hacerme feliz y mucho menos entenderme. Pero claro eso se sabe con un poco de molestia. Molestia que muy pocos se toman.

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